“Porque muchos son llamados...
Quirosofía
Hacer sentir bien a alguien,
La mejor de las emociones.
Para poder contaros cuál es la mejor de las emociones que podemos experimentar, no se me ocurre mejor manera que darle la palabra a una persona que admiro mucho.
Se trata de un colega, de origen inglés y nacionalizado estadounidense, que dedicó gran parte de su vida a difundir las bondades de la Quiropráctica y a ejercer, en tal sentido, la docencia. Su nombre, Reggie R. Gold (1925-2012).
Reggie, como cariñosamente lo llamaban, fue quien acuñó los Cinco Principios de la Quiropráctica. Aquí te los presento, tomados de una conferencia [3] a un grupo de estudiantes.
Cuando termines de leerlo, estoy seguro de que te percatarás de la pertinencia de sus palabras en lo que a la conexión entre espalda-emociones se refiere.
Adelante, Reggie:
“La Quiropráctica abarca e incide en,
- Todas las áreas de rendimiento o de desempeño humano. Ese desempeño está regulado, a su vez, por,
- La química corporal o sistema endocrino. El equilibrio hormonal está bajo la responsabilidad de,
- Las glándulas. Son las que tienen a su cargo la producción de lo químicos que proporcionan una adecuada estabilidad químico-hormonal. Ese sistema de glándulas es supervisado por,
- El sistema nervioso. Este, a su vez, está bajo el control maestro del cerebro y de su principal canal de comunicación con el resto del cuerpo, la medula espinal. A la médula espinal la protegen los huesos de,
- La columna vertebral.
“Hasta que… sufre una subluxación (mal-posicionamiento). Es decir, hasta que la columna vertebral se desliza de su correcta posición. En ese momento, en vez de proteger a los nervios, los molesta o incomoda.
“El sistema nervioso pierde así el control que tiene sobre las glándulas. Las glándulas siguen fabricando hormonas, pero no en equilibrio prefecto. La desestabilización hormonal se traduce, a su vez, en bajo rendimiento corporal. En consecuencia, todos y cada uno de los aspectos de la vida de la persona se ven afectados. Y así a seguirá, causa del desequilibrio químico-hormonal provocado por la subluxación.
“Para eso es que sirve la Quiropráctica, no para tratar dolores de espalda o de cabeza.
“Así que, cuando vayas al quiropráctico, no le eches la culpa porque tu dolor de columna haya impedido hacer desaparecer, de la manera que deseabas, tu artritis.
“La Quiropráctica funciona el 100% de las veces. No te deshaces de una subluxación sin que haya un incremento en tu bienestar. Siempre funciona.
“Pero es absolutamente imposible prever o predecir cuáles cambios verás u obtendrás. No le preguntes al quiropráctico si tu ciática se irá. La respuesta honesta es: ¿cómo diablos voy a saberlo? Mi trabajo como quiropráctico consiste en mantener todos tus canales de vida abiertos y la ciática desaparece, ¡gracias a Dios! Pero si eso no sucede, ¿cerramos todos tus canales vitales? Mantenlos abiertos para ti mismo y por todos los tuyos.
“La Quiropráctica existe, no para tratar condiciones sino para realizar un ajuste. ¿Qué es un ajuste? Es ese pequeño empujón que permite que la columna vuelva a su sitio, que libera el sistema nervioso para que pueda controlar las glándulas. Cuando las glándulas están bajo control e interactúan en armonía, la química corporal vuelve a su equilibrio y tu cuerpo recupera su máximo nivel de rendimiento.
“Cuanto más tiempo descuides o dejes pasar la subluxación, el daño que acumules se hará permanente. Pero, tampoco creas que porque te ajustas nunca más tendrás un problema o tus dolencias actuales desaparecerán.
“Lo que sí puedo es prometerte, no que te pondrás bien pero sí que, si te dejas ahí la subluxación, te pondrás peor año tras año tras año. El daño por una subluxación vertebral es acumulativo. Así que, si tuviste una subluxación y te ajustaste al día siguiente, vale, no habrá pasado nada. Si lo haces 30 días después, ya no estarás tan bien. Si te ajustas 30 años después, no te sorprendas que algunos de los daños sean ya permanentes.
“No permitas que tus hijos y nietos comiencen a ajustarse con el quiropráctico tan tarde como tú lo hiciste. Se me han acercado personas con más de 40 años de artritis y unos cinco de ajustes quiroprácticos que me han dicho que aún no se sentían bien. Pero, ¿qué carrizo esperas? Has llegado hasta mi con ese desastre que llamas cuerpo. Y entonces les digo, ¿por qué no te montas en tu coche, vas a casa y me traes a tus hijos y nietos para que dentro de 40 años no estén buscando un milagro que repare el mismo desastre?
“El trabajo que persigue la Quiropráctica es la corrección de la subluxación, con el propósito de liberar el sistema nervioso para que este pueda, una vez más, retomar el control de las glándulas, restablecer el equilibrio químico-hormonal y devolverle a tu cuerpo el máximo nivel de desempeño y rendimiento.
“Si quieres obtener más resultados, comienza a ir al quiropráctico cuanto antes.
“Así que, si quieres ayudar a alguien, tal como la Quiropráctica lo hizo contigo, te pido dos cosas: dale las gracias a la persona que te habló por primera vez de la Quiropráctica, dile cómo sientes y agradécele. Lo otro es que, te hagas una lista pequeña de las personas a las que vas hablarle sobre la Quiropráctica.
“Es algo que puedes hacer por los demás y no te cuesta nada. Cuando recuestes tu cabeza en la almohada, tendrás una enorme sonrisa de satisfacción por haberle hecho el bien a alguien y del mundo un lugar mejor.
“Simplemente porque te tomaste el tiempo de preocuparte por alguien. Muchas gracias.”
Como habrás podido deducir, y tal como lo mencionara en el E-quilibrium número 6, en el que hablamos de las hormonas de la felicidad, la serotonina y la dopamina, el ajuste de tu espalda restablece tu equilibrio químico hormonal. Con lo cual, en consecuencia, estarás favoreciendo, tu equilibrio emocional.
Y si quieres hacer sentir bien a alguien, procura antes sentirte bien tú:
En Equilibrium nos emociona poder ayudarte con tu bienestar.
Quips
Promo Family Business:
[4] Imagen de Charly W. Karl. Disponible en: https://www.flickr.com/photos/cwkarl/14214575053/
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Por eso, aquí reconocemos tu lealtad a la familia Equilibrium con una oferta de Reyes [5]:
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Equilibrium Vitae
[6] Imagen de Alan. Disponible en: https://www.flickr.com/photos/kaptainkobold/4914594935
¿Cuál felicidad?
Las emociones no sólo hay que saber reconocerlas; esto es, identificarlas por su nombre. De eso hablábamos en el boletín anterior. El siguiente paso, más significativo, es aprender a gestionar las emociones. Es decir, saber qué hacer con ellas, gobernarlas a ellas y no al revés.
Para eso, es necesario poder tomar distancia de ellas. Cuestionarlas. Discernir, en definitiva.
Discernimiento de emociones. Esa es la expresión clave alrededor de la cual gira este Equilibrium Vitae.
No es una tarea fácil. Porque te conduce necesariamente a preguntarte acerca de la verdad que pueda haber en lo que sientes.
O, lo que es lo mismo, a reconocer si te engañas a ti mismo.
Veamos esto bien claro, con una de las emociones más escurridizas en su definición: la felicidad.
¿Qué es la felicidad?
La Real Academia Española, nos procura un trío de enunciados:
- f. Estado de grata satisfacción espiritual y física.
- f. Persona, situación, objeto o conjunto de ellos que contribuyen a hacer feliz.
- f. Ausencia de inconvenientes o tropiezos.
Ahora sí estamos más claros. O, quizás, no… Esas definiciones se nos antoja más unas soluciones de compromiso, unas definiciones políticamente correctas; porque, ¿quién puede estar en desacuerdo con ellas? Nadie. Pero tampoco nadie puede sentirse satisfecho con unos retratos de felicidad como esos.
A lo que intento llegar es, a dos cosas: que hay tantas versiones de felicidad como personas en el mundo y que, en consecuencia, la felicidad es una experiencia o, mejor dicho, una perspectiva absolutamente personal.
Por eso afirmaba antes lo difícil que es, no sólo definir sino saber cuál es la verdadera felicidad. Dejemos de lado, entonces, esta vía de exploración, digamos que, teórica.
Demos un paso más con este tema. Con algo más concreto. Vamos ahora a preguntarnos más bien: ¿Qué me hace feliz?
Las respuestas a esa interrogante serán incontables. Pero todas ellas se reducen a sólo dos elementos: o son cosas o son personas. Si son cosas, apuéstalo, serán muchas.
Si son personas, volviste acertar, serán pocas.
El ejemplo del móvil resulta altamente esclarecedor. Tener móvil, ¿me hace feliz? La mayoría dirá que sí. Por una sencilla razón: te pone y mantiene en contacto con las personas que quieres.
Pero lo que nadie podrá responder negativamente, es a la pregunta, ¿me hace feliz estar con las personas que quiero?
Quienes bien te quieren lo único que quieren es que estés bien. Por eso, te hacen sentir bien.
Y al revés, compruébalo, también sirve: haz sentir bien a los tuyos, y tienes la felicidad contigo.
Haz sentir bien a quien lo necesite y tu felicidad será mayor aún.
Tu felicidad consiste en la de los demás.
Así de simple es la conquista que nos toca alcanzar.
REFERENCIAS:
[1] Pasaje del Evangelio: Mt 22,14
[2] https://significadodelosnumeros.com/significado-del-numero-11/
[3] Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=WetjvMEDa9w
[4] Imagen de Charly W. Karl. Disponible en: https://www.flickr.com/photos/cwkarl/14214575053/
[5] Condiciones:
- Promoción válida del 24/11/2021 al 14/01/2022.
- Premio único válido para dos personas,
- A disfrutar exclusivamente en el Hotel Termes La Garriga
[6] https://www.flickr.com/photos/kaptainkobold/4914594935
